Intestino
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A veces podemos sentir un molesto ardor de estómago, una sensación desagradable que se manifiesta con fuertes punzadas en el abdomen o calor o acidez estomacal constante.
Que no cunda el pánico, pues existe un remedio antiácido muy útil: ¡hoy hablamos del bicarbonato de sodio! Vamos a explicar mejor cómo funciona y por qué podría ser la solución a algunos problemas de estómago.
El bicarbonato de sodio, denominado también carbonato monosódico o carbonato ácido de sodio, es una sustancia muy conocida que se utiliza habitualmente en los hogares con diferentes fines.
Sus orígenes se remontan al Antiguo Egipto. De hecho, se dice que esta civilización conocía y utilizaba esta sustancia en la técnica de la momificación. Es más, a orillas del río Nilo, cuando el agua se evaporaba, quedaba un curioso residuo polvoriento de color blanquecino que empezaron a usar con el nombre de «sal natrón», una mezcla de carbonato y bicarbonato de sodio.
Pero ¿por qué el bicarbonato de sodio es una de las sustancias más versátiles que hay? La explicación reside en sus numerosos usos y beneficios: sirve para cocinar, limpiar la casa o perfumar la colada, pero también para elaborar remedios que restablecen el equilibrio del estómago.
Por estos motivos, el bicarbonato de sodio se considera a menudo uno de los llamados «remedios de la abuela», una sustancia del pasado y, por tanto, no muy útil ni eficaz. En realidad, se trata de un remedio que no está nada pasado de moda, y que se utiliza como digestivo y antiácido con gran eficacia y utilidad.
¿Cuáles son las principales propiedades del bicarbonato de sodio? En pocas palabras:
El ardor de estómago es una de las patologías y molestias del aparato digestivo más comunes, por lo que es probable que experimentemos este trastorno al menos una vez en la vida.
Cuando se trata de episodios esporádicos, hablamos de ardor o acidez de estómago; no obstante, si esta condición se presenta más a menudo, es probable que estemos ante un caso de reflujo gastroesofágico, un desagradable trastorno que, si se ignora, puede volverse crónico con el tiempo y dar lugar a patologías del aparato digestivo.
Sin embargo, si nunca lo has sentido, reconocer el ardor de estómago puede ser una tarea complicada. ¿Cómo podríamos describirlo?
En general, se siente una sensación de ardor, calor o acidez en la boca del estómago que tiende a abrirse camino y subir hacia el cuello, con punzadas más o menos fuertes.
Con frecuencia, esta molestia no se limita al estómago y se extiende también hacia arriba hasta llegar a la garganta, irritándola e inflamando las mucosas.
Además del dolor en la zona del estómago, aparece un dolor retroesternal, que se confunde a veces con un fuerte dolor de espalda, que a veces provoca la sensación de dificultad para respirar.
En ocasiones, puede presentarse inmediatamente después de comer o bien una o dos horas más tarde; otras veces se manifiesta al acostarse, provocando una sensación de malestar general.
Podemos contrarrestar esta sensación de ardor y acidez con bicarbonato de sodio. Pero ¿por qué el bicarbonato es una de las soluciones más comunes? Vamos a ver lo que ocurre desde un punto de vista químico.
Cuando sentimos acidez en el estómago, creemos que el estómago está produciendo una cantidad de ácido superior a la necesaria. En realidad, en la mayoría de los casos no es así. Lo que ocurre es que las paredes del estómago no toleran bien el ácido que se produce normalmente para hacer la digestión, ya que pueden estar irritadas o más sensibles por diferentes motivos.
Por lo tanto, en estos casos, es útil neutralizar la acidez gástrica con una sustancia básica como el bicarbonato de sodio, pero es fundamental asociarla a sustancias emolientes y protectoras que cuiden del estómago, sobre todo de su mucosa.
Ademas, es un error pensar que el bicarbonato por sí solo es la solución a todos los problemas de acidez, básicamente porque si pretendemos dejar de notar los síntomas tomando únicamente bicarbonato, habría que tomar grandes cantidades que reducirían tanto la acidez del estómago que acabarían provocando efectos indeseados, como dificultades digestivas y la mala absorción de los nutrientes.
Por eso, el bicarbonato es, sin duda, una sustancia muy útil en caso de acidez, reflujo y dificultades digestivas, pero hay que asociarlo a otras sustancias que cuiden del estómago y que sean de origen natural. De esta manera, respetaremos a nuestro organismo y al medioambiente.
Aunque el bicarbonato es una solución muy útil en caso de ardor y molestias en el estómago, también es cierto que es una sustancia con un alto componente básico.
Si deseas tomar solamente bicarbonato de sodio, te recomendamos tomar aproximadamente media cucharadita de bicarbonato de origen natural disuelto en un poco de agua después de comer. ¡Pero ten cuidado de no superar la cantidad recomendada! Si lo tomas en dosis excesivas, podría tener efectos desagradables y provocar:
Como hemos visto, en general es un buen remedio para combatir la acidez y el ardor de estómago, pero hay que proceder con cautela al principio. En particular, deberían tener cuidado:
Por lo tanto, desde el punto de vista de la eficacia y la seguridad, lo ideal sería elegir un producto de origen natural pero con evidencias científicas, que contenga sustancias que reduzcan la acidez gástrica (como el bicarbonato) de forma controlada, pero también sustancias que protejan las paredes del estómago. Además, recordemos que es importante consultar al médico para saber la causa de las molestias gástricas, sobre todo si los episodios son frecuentes, y empezar el tratamiento más adecuado.
Además del bicarbonato de sodio, hay otros remedios y pequeñas medidas que podemos tomar en caso de ardor e inflamación estomacal. ¿A qué otras soluciones nos referimos? En caso de problemas relativos a la salud y el bienestar del intestino, los alimentos que tomamos tienen un papel fundamental. En caso de acidez, los consejos generales son:
Todos podemos tener alguna vez acidez y ardor de estómago; lo importante es mantener siempre una dieta sana y equilibrada, ayudándose con soluciones adecuadas y siguiendo los consejos de un profesional de la salud.